Cuando murió el Padre Yermo, en 1904, sus restos fueron sepultados en el panteón de La Piedad, de la ciudad de Puebla. Después se dio una peregrinación continua con sus restos a causa de las persecuciones que por ese tiempo azotaban a México.
En 1911, se efectúa la primera exhumación y se trasladan los restos del panteón de La Piedad a la capilla de La Misericordia Cristiana.
En 1928 a causa de la incautación de la casa de la Misericordia Cristiana por parte del gobierno, los restos del Padre Yermo se sacaron de la capilla y fueron llevados a la Parroquia de la Cruz donde se colocaron en una tumba detrás del altar mayor.
Ese mismo año fueron llevados de ahí, al Asilo Particular de Caridad en donde fueron venerados por un día y colocados de nuevo en el Panteón de la Piedad. Donde permanecen hasta 1945.