47 “Quiero publicar a los cuatro vientos que Tú, Señor, has sido siempre infinitamente bueno y cariñoso conmigo.” (ASC p. 47)

48 “Bendito sea mil veces el Señor, que, por su misericordia tan especial, me ha guardado hasta ahora; estoy agradecido por todo lo que forma mi condición, mi vida, gracias innumerables, dones naturales, muy mal aprovechados, sufrimientos desde mi cuna, contrariedades, humillaciones y algo mucho más duro . . . y sobre todo esto tanta bondad y misericordia. . .” (ASC 53)

49 “Con mano pródiga me ha colmado de sus dones mi cariñoso Padre.” (ASC p. 40)

50 “En los dones de Dios es necesario que quien lo reciba los agradezca para hacerse digno de conseguir otros y aún mayores.” (CC 198)

51 “Todo lo que viene de parte de Dios Nuestro Señor siempre es grande y digno de reconocimiento y alabanza por parte de las creaturas a quienes favorece con sus dones, pero entre los beneficios que proceden de su liberalidad, hay algunos que sobresalen y justamente pueden reputarse como mayores.” (CC 133)

52 “Como nadie, cual yo, conozco mi propia miseria, de igual manera nadie, sino yo, puede apreciarlos y agradecerlos.” (CC 132)

53 “A mi vez, también exclamo de igual manera y elevo a Dios Nuestro Señor mi corazón para tributarle mis más profundos sentimientos de gratitud . . . por esta causa no dejaré de bendecirlo hasta mi último aliento, mientras viva.” (CC 131)

54 “El recuerdo de todos estos beneficios es a mi juicio, entonar un himno de agradecimiento que partiendo desde este valle de lágrimas, se eleva al cielo, como un perfume de suavísimo olor.”
(CC 128)

55 “En nuestra miseria humana ¿Qué podemos ofrecer al Señor por todos sus beneficios? Nada propio tenemos que sea digno, por consiguiente, tomando lo que es suyo y efecto de sus bondades, lo volveremos a Él como un tributo de nuestro amor y reconocimiento.” (CC 128)

56 “En Uds. he visto los instrumentos de Dios Nuestro Señor y si a tan grande y poderoso Señor le manifiesto mi agradecimiento, también me reconozco deudor hacia Uds.” (CC 129)

57 “¡Mi primera Misa! ¡Qué dulce recuerdo trae a mi mente! Ese recuerdo me es tanto más grato, cuanto ya los años han impreso sus huellas en mi frente y han encanecido mi cabeza, plateado mis cabellos con el polvo del caminante que marcha para el cielo. ¡Ojalá que así sea!” (ASC p. 41)

58 “No es únicamente el agradecimiento lo que demanda de ustedes por tantas bondades sino, además, la correspondencia manifestada en el empeño de adelantar en las virtudes y por ese medio alcanzar la santidad propia del estado religioso.” (CC 200)

59 “Son tantos los dones y gracias que en estos días he recibido de la generosidad de Dios, que sería necesario tener el corazón muy duro par ano amar con toda el alma a quien así se digna mostrarnos su Divino amor. Me siento confundido, humillado y agradecido, pero sobre todo resuelto a darme de veras, a no detener el paso jamás, a dejarme totalmente en sus manos para que El haga de mi pobre vida lo que Él quiera.” (ASC p. 41).