“El santo Rosario primero, y después el oficio de la Inmaculada, son devociones que se implantaron en el Instituto desde su cuna… diariamente rezan las alabanzas de la Reina del cielo el ciento treinta y tantas Hermanas con su millar de pobres, entonando desde este valle de lágrimas al cielo, aquella consoladora súplica enseñada por la Santa Iglesia en alabanza de la Reina y Madre nuestra, pidiéndole su poderoso auxilio” (C.C. 165)
13 “De modo que el mes de mayo se consagrará a la Santísima Virgen y en el de junio al Sagrado Corazón de Jesús. Durante esos dos meses quiero que, desde la mañana, todas las Hermanas ofrezcan todo cuanto bueno hicieren al Divino Corazón de Jesús por manos de la Santísima Virgen y de Señor San José… en agradecimiento de los favores que hemos recibido de Dios”. (C.C. 22)
14 “Madre mía, Virgen Fidelísima, alcánzame la gracia de una inviolable Fidelidad.” (ASC p. 29)
15 “Madre mía, ayúdame, soy tu hijo débil, pero quiero ser eternamente el amigo fiel de mi Señor Jesús, el único amor de mi alma.” (ASC p. 27)
16 “No te olvides, Señora, que Tú eres mi dulce Madre y toda mi esperanza.” (ASC p. 27)
17 “Nada espero de mi propio caudal, mi confianza la tengo en la protección de la Santísima Virgen mi dulce Madre y Señora.” (I Mem. p. 15)
18 “Virgen Santísima mi querida Madre, dame tu amor para agradecer y corresponder a tantas gracias que el Señor me concede para que me santifique.” (ASC p. 15)
19 “Si vuestra Comunidad honra a María sus individuos se santificarán, y la Comunidad tendrá una garantía para su estabilidad.” (CC 28)
20 “Quién de las personas que hoy forman la Comunidad, dejará de amar a María? Yo me consuelo, con tener la seguridad de que no ha de haber una sola.” (CC 27)
21 “Yo ruego a Dios con todo el ardor de mi alma que jamás ingrese en la Sociedad alguna persona que no la ame y que si por desgracia hubiese alguna que no lo fuese o le infunda tan tierna devoción o la aparte del Instituto.” (CC 172)
22 “La semilla devota de amor a María Nuestra Señora, que siembre en el corazón de ustedes, redundará no sólo en beneficio de cada una porque produciendo un hermoso árbol, éste con sus floridas ramas cubrirá con su sombra benéfica a todo el Instituto y a sus Santas empresas.” (CC 164)
23 “La cooperación de mi madre, la Virgen Santísima en la Obra de la Encarnación, fue de una fidelidad sin límites y hasta el heroísmo.” (ASC p. 38).
24 “Y la Iglesia, nuestra infalible maestra, aplica esta sentencia a la devoción que los fieles cristianos tienen a la Virgen nuestra Señora, que es la Madre de Cristo Salvador nuestro. ¡Dulce esperanza para quienes lograron amar a esta excelsa Señora desde el principio de su vida, y se dedicaron desde la juventud a buscar y fomentar su devoción!”. (C.C. 164)
25 “La esperanza de la Sociedad está puesta en las manos de María nuestra Señora y a ella queda confiada tan especial merced”. (C.C. 175)
26 “Se jura por Patrona, Madre, Soberana Señora a la Santísima Virgen María en su advocación de Guadalupe, confiando en sus manos a la Sociedad, a las Hermanas que la forman y a los pobres que atiende” (C.C. 167).
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