Siervas del Sagrado Corazón de Jesús y de los Pobres
¡Dios Proveerá!
La gratitud brota de un corazón que se sabe limitado y reconoce los beneficios que recibe de otra persona, y hoy esto se hace patente al tener la dicha de poder inaugurar el nuevo edificio de la Escuela Secundaria Técnica “Yermo y Parres”, en esta población de Asunción Ixtaltepec, Oaxaca, esta construcción no habría sido posible realizarla sin la ayuda generosa de tantas personas que han contribuido de muchas maneras para hacer realidad este sueño, por eso, me parece muy oportuno citar las palabras de San José María de Yermo y Parres, quien en su vida tuvo como característica la gratitud: “En Uds. he visto los instrumentos de Dios Nuestro Señor y si a tan grande y poderoso Señor le manifiesto mi agradecimiento, también me reconozco deudor hacia Uds.” (CC 129). Efectivamente, nosotras nos sentimos deudoras con cada una de las muchas personas que de una y otra forma han colaborado para la construcción de esta obra educativa.
Desde el primer momento en que la naturaleza sacudió con fuerza, ocasionando que los muros no resistieran y se debilitaran notablemente, los padres de familia, maestros y alumnos, acudieron a prestar auxilio, manifestando su solidaridad de forma efectiva, proporcionando alimentos y atención a las Hermanas, no se puede dejar de mencionar la comprensión que siempre externaron, mientras se encontraba la forma de tener el ambiento propicio para reanudar labores escolares. Monseñor Arturo Lona, Obispo emérito de esta Diócesis, también acudió de forma inmediata para mostrar su apoyo y posteriormente nos envió 7 toneladas de cemento para la construcción.
Posteriormente, nuestro Presidente Municipal, Ing. Oscar Toral Ríos, bondadosamente nos prestó la unidad deportiva para colocar aulas provisionales, donde estuvimos más de un año. El Cardenal Alberto Suárez Inda, Encargado de la Comisión de Pastoral Educativa en el Episcopado Mexicano, proporcionó aulas provisionales y un donativo de pupitres.
La Arquitecta Claudia Vázquez, también tuvo una aportación muy importante, pues proporcionó todo la maquinaria y mano de obra para demoler el edificio.
La Profesora Lupita Bante Antonio, trajo a los representantes de “Casa Voluntaria”, para conocer nuestra realidad después del sismo y ellos a su vez nos contactaron con la Institución BRIGADAS DE RESCATE TOPOS DE TLATELOCO, A.C.; hombres insignes que siempre se han distinguido por su valentía y sensibilidad ante el dolor que ocasiona estos fenómenos de la naturaleza, y una férrea esperanza de salvar la vida, aun cuando parezca que ya no hay posibilidades, buscando incansablemente entre los escombros. Esta benemérita institución, representada por el Lic. Fernando Álvarez Bravo y el Dr. Isaac Luna Lomelí, nos han favorecido con la cantidad de $16,000,000.00 y además la supervisión y asesoría para que la construcción, sea adecuada para resistir los sismos propios de nuestra región.
El Ingeniero Sebastián Coronel, fue una importantísima ayuda, al dedicarse con empeño a hacer todos los estudios necesarios para garantizar que el terreno es apto para la nueva construcción del edificio y después, junto con su equipo de trabajadores, que son más de 70 hombres, se encargaron de la construcción que hoy por fin vemos concluida.
La Asociación: “Abre tu Corazón, A.C.” de la ciudad de Puebla, que apoya a otras escuelas Yermistas, organizó eventos para recabar fondo y proporcionarnos ayuda donando 20 computadoras y 6 cañones. También de la Ciudad de Puebla, a través del Contador Pública Ignacio Balandra y el Club de Golf, organizaron dos torneos para apoyarnos.
La ayuda no solo llegó de nuestra patria, también el Padre José Morales y fieles de su parroquia del Espíritu Santo en El Paso, Texas, y el Padre Armando Leyva y su comunidad de Holy Trinity en Long Beach, California contribuyeron; desde Italia, la Organización “Cuore Amico” envió su colaboración, que mucho agradecemos y valoramos.
A todas las religiosas, sacerdotes, exalumnos, personas de los pueblos vecinos, a todo el pueblo de México, a las escuelas e instituciones Yermistas hermanas nuestras de México, Estados Unidos, Guatemala, Colombia, Chile, Italia, Kenia, Nicaragua y Venezuela, que aportaron su granito de arena para la reconstrucción, mil gracias por sus esfuerzos.
Es admirable la bondad que hay en el corazón de todo hombre y que aflora en momentos de necesidad, para apoyar, pues como hemos escuchado, cada una de estas personas e instituciones fueron un eslabón, que se fue engarzando para formar esta gran cadena que logró sostener e impulsar este proyecto.
Dios los bendiga y recompense abundantemente. Las Siervas tenemos una palabra que nos heredó nuestro fundador San José María de Yermo y Parres “Dios les pague”, y se los decimos de corazón, pues solo Él puede hacerlo como cada uno se merece. Muchas gracias.
Madre Teresa Cruz Galicia