Nuestro servicio en el campo de la Salud parte ante todo de una profunda visión de fe y de una fuerte experiencia personal en donde se aprendemos a descubrir el sufrimiento de los demás y a compartirlo.
Trabajamos en este campo en dispensarios, asilos de ancianos y hospitales. Revelamos en nuestro servicio el amor misericordioso de Cristo, llevando a este ambiente los valores de sensibilidad humana y de caridad evangélica al unir el servicio con la proclamación y la celebración y al asumir al mismo tiempo los niveles somático, psíquico, social y espiritual en el binomio salud-enfermedad.
En este apostolado, tenemos una forma específica de seguir a Cristo como Siervo sufriente y como Médico, cuando por vocación y obediencia trabajamos en el campo de la salud. Por eso, servir a Cristo en el enfermo y al enfermo como a Cristo, es la forma concreta como expresamos nuestra vivencia radical del Evangelio, viviendo la alegría de nuestra consagración religiosa en la atención serena y eficaz a los enfermos, ancianos y niños especiales.
Servir a Jesús en la persona de los enfermos y ancianos es la forma concreta en que realizamos nuestra vocación específica de ser instrumento del amor misericordioso del Corazón de Cristo.
© Siervas del Sagrado Corazón de Jesús y de los Pobres 2025