52 “Concédeme, Dios mío, un amor muy grande para con todos los hombres, mis hermanos, especialmente para los más pobres y abandonados. Sé que el amor a los pobres debe tener como firme base la humildad, la sinceridad, el olvido de mí mismo y la más generosa entrega a toda su voluntad.”  (ASC p. 21)

53 “Quiero imitar a Cristo, mi buen Jesús, que vino a enseñarnos con su palabra y con su ejemplo, el amor de preferencia con los pobres y desgraciados que el mundo desprecia.”  (ASC.  p. 21)

54 “La semilla divina de mostaza, que yo no sé cómo vino a mis manos y que fue sembrada en el lugar y tiempo tan poco adecuado, nació y hoy alberga en sus ramas un gran número de pobres que son los hijos predilectos de Dios.”   (ASC.  P. 50)

55 “Estoy persuadido de que esta Sociedad está llamada a crecer y crecerá mucho a pesar de su pequeñez si en ella reina la caridad, humildad, sencillez de vida y con esto el verdadero amor y protección a los pobres.”  (Conf.  7-VI-95)

56 “Muchas veces os hablo del amor a los pobres y la experiencia me dice que nunca será bastante. El enemigo estará siempre en acecho para aprovechar cualquier infidelidad o vanidad; usará de mil astucias para justificar el descuido y aún el abandono del fin propio de la Sociedad, porque él sabe que con esto la herirá de muerte.”  (Conf.  7-VI-95)

57 “Dios llamó a Uds. únicamente para los pobres y querer atender a los ricos es contrariar su voluntad y apartarse del camino que El trazó para la Sociedad.”  (CC  337)

58 “A los pobres se les debe tratar como a hijos del Rey del cielo, nunca dureza que sólo sirve para hacer odiosa la autoridad.”  (Conf. 8-XI-90)

59 “Que feliz y honrada debo considerarme, ya que por mi vocación debo ser pobre y vivir entre los pobres, cuidándolos y amparándolos en el nombre de mi Divino Esposo.”  (Serv. P. 126)

60 “La caridad para con los pobres debe llevar a las hermanas a procurar para ellos las comodidades que sean posibles, y esto aún con privaciones si fueren necesarias por parte de ellas.”  (CC  181)

61 “Preciso es que Uds. se pongan en el lugar de los pobres, pidiendo limosna para sustentar a sus niñas, y se penetren bien de su modo de vivir y de sus necesidades.”  (CC  327).