Nosotras, Siervas del Sagrado Corazón de Jesús y de los Pobres, aun cuando no trabajemos en un campo misión Ad Gentes, somos misioneras y debemos despertar el espíritu misionero entre los pobres y demás personas con quienes tratamos. Procuramos fomentar en ellos el interés por ayudar a los demás promoviendo en ellos el servir a Cristo en sus hermanos y a compartir lo que tienen con los necesitados.[1]

Impulsamos las Obras Misionales Pontificias a fin de enseñar a los pobres a trabajar por las misiones dentro de estos organismos oficiales de la Iglesia.[2]

La Congregación tiene la gracia de servir en algunas misiones Ad Gentes, como son Kenia, Cuba, Nicaragua, Guatemala y partes de México.