“Entre las obras del Instituto, tienen especial importancia los internados y escuelas para los más pobres y de la clase media necesitada, que muchas veces sufren más sus miembros que algunos pobres, lo mismo digo de los ricos que vienen a menos y llegan hasta pasar miserias, porque ellos no se atreven a pedir.”
En la labor educativa continuamos el carisma de san José María de Yermo y Parres para lograr la promoción humana y la evangelización de los pobres a través de una formación integral que logra el desarrollo armónico de ellos en sus capacidades espirituales, físicas, intelectuales y morales. Promovemos y evangelizamos a los pobres para llegar a formar hombres y mujeres cristianos que construyan sociedades más justas y fraternas. Las Casas Hogar y Escuelas Yermistas abarcan el mayor porcentaje de nuestro apostolado.
En la Casa Hogar podemos vivir nuestra maternidad espiritual de una manera privilegiada. Dice el Padre Yermo: “Es verdad que ustedes no les han dado el ser natural, pero son verdaderas madres si los engendran a la vida sobrenatural, al darles la educación cristiana. Los pobres acostumbran a llamar a ustedes con el dulce nombre de ‘madre’, recuerden que están llamadas a llenar todos los deberes de una verdadera madre, deberes graves que no sólo están ligados a su propia santificación, sino a su misma salvación eterna”.
La manera específica que educamos está plasmada en el Modelo Educativo Yermista (MEY). En base al pensamiento de nuestro Fundador, educar es formar el corazón, empleamos principios muy concretos.
© Siervas del Sagrado Corazón de Jesús y de los Pobres 2025